12 de octubre de 2007

un beso para siempre o hasta siempre?

Ayer finalmente conocí al amigo de Rafael, Gabriel es su nombre, un cuate que desde que nos vimos, me di cuenta que no ni era el hombre ideal para mi ni mucho menos quien yo buscaba para compartir mi vida. Durante la cenaal el calor de las copas de vino tinto paso lo esperable cuando estas tomando y caliente. Al terminar, yo no estaba agusto con lo pasado y en cuanto todo acabo me lave y de inmediato me vestí para salir rumbo a mi casa y poder dormir en mi cama. Yo pensaba en tono de autoreclamo al ponerme el pantalo y evitar sus miradas -que demonios estoy haciendo aquí si no me gusta este cuate? Abrió la puerta diciendo “estamos en contacto no te pierdas” seguido de un beso que esquive dándolo en la mejilla.
Fue de esas veces que simplemente no hubo química de mi parte y yo di por entendido que eso había terminado ahí. Pues no, el no pensó lo mismo y desde que salí de su casa un sinnúmero de llamadas a mi celular y mensajes acompañados de varios e mailes románticos me apabullaban día con día y yo evitaba contestarlos o prometía devolver la llamada después, no siendo suficiente, el nunca entendio que eso ya habia pasado. Dos días después llega a mi oficina con la firme propuesta de comer juntos. Yo ocupado, le pedí a la secretaria cancelarle, motivo suficiente para recibir una bandeja de sushi con una nota empalagosamente romántica deseando buen provecho.
Esa noche mientras yo tomaba una cerveza con mis amigos, Rafael el celestino llego abrazándome y felicitándome porque yo ya tenia novio! Gabriel le había dicho que ya éramos novios. En ese momento le marque al susodicho quien con un melodioso “hola chiquitín” hizo que explotara y le hiciera ver que lo pasado había sido solo un momento de calentura y nada mas, que en ningún momento le había dado motivo para pensar que ya éramos “novios” o alguna demostración de “amor” como el lo estaba plasmando en sus recados. Todos se trasformó en ira y cólera de su parte en donde pase a ser un desalmado sin corazón que había herido lo mas profundo. “eso me pasa por meterme con la servidumbre” contesto irritado, haciendo que yo estallara en risa sin fin, sin saber que contestarle ante tal aseveración y simplemente colgué dando fin a esa platica.
Que nos orilla a aferrarnos o a pensar en alguien como la ultima oportunidad de vuelo? Es acaso la necesidad de afecto es lo que nos hace pensar y crear lo que no existe en una relación? Muchas veces siento que nos aferramos a lo que quisiéramos tener, sin embargo en una relación la respuesta debe ser mutua y nos hace idealizar a los encuentros como los próximos maridos y demostramos cuanto queremos “casarnos”, ahuyentando a quien apenas conocemos. De pronto que nos hace sentir o paracer la novia con la necesidad de compromiso? Ls soledad? A todos nos ha pasado de una o de otra manera algo similar pero hasta donde debemos establecer el límite…

No hay comentarios.: