¿Pensarte? Raramente coincido en que hoy lo estoy haciendo.
Los segundos hacen girar la situación aborreciendo los momentos. Casi me asfixia el saber que no estás aquí, deseando como nunca ver aquella mirada deslizante, dependiendo casi completamente de tu abstracta llegada.
Aferro nuevamente aquel instante a mi insana memoria, acariciando suavemente cada paso dado por tus tiernas manos. Me tiemblan desvergonzadamente los pensares escondidos tras aquel momento que ha cambiado mi mundo. Sé que aún no soy tu dueño, pero tu ya eres el dueño de mis ganas indescriptibles de tenerte junto a mi, pues aun los segundos golpean al silencio, humedeciendo mis ojos con lagrimas lentamente, demostrando en sí, que tanto es que te extraño, tanto, que ya he perdido los idilios exactos por desahogarme, pretendiendo saber que realmente, tu me extrañes.
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