23 de noviembre de 2007

YO NO QUIERO UN PRÉSTAMO, QUIERO UNA VIDA DIGNA


“La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay
poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.”
Honoré de Balzac (1799-1850) Escritor francés.

En días pasados leí que algunos bancos otorgarían créditos hipotecarios a parejas del mismo sexo que hubieren legalizado su unión. Para los que vivimos en el Distrito Federal, la ciudad con más instituciones y sucursales bancarias del país, y que hemos suscrito una sociedad de convivencia esto podría ser una buena noticia, sin embargo, deja de ser prioritario.

Antes que nada hay que hablar con claridad: cuando se trata de hacer negocio la comunidad LGBT es escuchada, pero cuando se trata de justicia y equidad social nuestras voces jamás son atendidas.

Creo que nadie puede quejarse de la falta de existencia de comercios dirigidos a la comunidad LGBT. Así pues tenemos a antros, bares, librerías, sexshops, cafeterías, condonerías, tiendas de ropa, servicios médicos particulares, hostales, agencias de viaje, editoriales, sitios web, restaurantes, etc., etc., etc., a esta lista ahora se suman algunos bancos que al menos en la Ciudad de México han dicho que añadirán próximamente en el recuadro de estado civil de una solicitud de crédito hipotecario el apartado para “Sociedad de Convivencia”, con la finalidad de que las dos personas que la formen puedan juntar sus ingresos y obtener un monto mayor de financiamiento para la compra o remodelación de una casa o departamento, ya sean nuevos o usados. Esta medida es buena, en primer lugar porque, como señalan algunos especialistas en el tema va “normalizando” la diversidad sexual entre la sociedad, haciéndola algo cotidiano (como siempre ha sido) entre la sociedad, en este caso en particular, entre los usuarios, directivos y encargados de la atención al público de los servicios bancarios.

Y aunque esta noticia no ha causado gran revuelo como muchos esperaban, si ha tenido eco en la Asociación de Banqueros de México, quienes plantean recomendarla al resto de sus agremiados… ¿por qué? No porque sean fervientes luchadores de los derechos humanos, sino porque en este asunto hay negocio.

Quienes cumplan con los requisitos y estén por obtener un crédito hipotecario podrán ahora optar por esta nueva modalidad para parejas del mismo sexo, pero no hay que confundir, se trata de una nueva forma en que los bancos ganarán dinero con nosotros, y de no de una “gran conquista social” como algunos activistas han señalado.

La comunidad LGBT tiene otras prioridades. Aun hay mucho que hacer en materia de combate a la discriminación por ejemplo, empezando por la que existe aun en los lugares de reunión y convivencia LGBT, pues existe una homofobia interna hacia ciertos sectores LGBT (travestis, transexuales, lesbianas, entre otros) que cada vez va en aumento. Nos preocupamos mucho por “ese mundo heterosexual” (¿a caso vivimos en mundos distintos?) y no nos fijamos que nosotros también discriminamos y de maneras igualmente graves.

Queremos que nuestras parejas accedan a los sistemas de seguridad social del estado, ya sea IMSS, ISSSTE, o como se llamen en los estados, acceso universal, de calidad y COMPLETO a medicamentos para personas que viven con VIH/SIDA e igualdad de trato en los servicios públicos de salud.

Queremos también el pleno goce, ejercicio y disfrute de nuestra libertad de expresión, de la libre expresión de los afectos en público sin ser molestado por los policías, que se hable de la diversidad en las escuelas sin tabúes o prejuicios, que se incluyan en los planes y programas de estudio la no discriminación por orientación sexual, la creación de espacios que desde el gobierno nos den la voz, voz que tiene el mismo derecho a ser escuchada como la de los demás, entre otros aspectos realmente de trascendencia social.

Que bueno que los bancos den préstamos a parejas del mismo sexo, felicidades a los que van a comprar su casita con esta nueva modalidad, pero antes de que cualquier particular haga un negocio conmigo, quiero una vida digna para todos los que tenemos una orientación sexual distinta a la heterosexual, y hacia esta meta, estamos apenas iniciando el camino, por lo que no hay que dormirnos en laureles ni ceder un paso en la lucha por la plena igualdad social.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmmmm pues si, lo del préstamo para parejas gays es un avance, pero no lo es todo... hay algunos que ya sienten que con este tipo de limosnas ya estamos en igualdad derechos que el resto de la población y es falso, yo creo que si, hay que continuar con la lucha en la cua por cierto habemos muy pococ

Anónimo dijo...

ESTOY DE ACUERDO, LO DE LOSPRESTAMOS PARECIERA SER INCLUSO HASTA ALGO FRÍVOLO COMPARADO CON LAS GRANDES NECESIDADES QUE TENEMOS, EMPEZANDO POR QUE LAS AUTORIDADES NOS TRATEN IGUAL Y NO SE PASEN DE LANZA CON NOSOTROS